Hay formatos o géneros narrativos que han sido injustamente denigrados a lo largo de la historia. Así como el cómic, por ejemplo, ha conseguido ganarse un bien merecido prestigio, la fotonovela no ha conseguido ese aplauso de los intelectuales. Y eso pese al enorme tirón popular que tuvo durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX tanto en temáticas puramente románticas como en temáticas de carácter más erótico. En este artículo vamos a hablar de la fotonovela erótica, de sus características y de su presencia todavía en el universo sin fondo de la red.
Las fotonovelas fueron creadas en Italia a fines de los años 40. Marcadas por el neorrealismo, triunfaron después entre el público popular de Francia, España y finalmente, Latinoamérica. En México es en uno de los países en los que más triunfó este género.
Denigrada por intelectuales tanto de derechas como de izquierdas y por la propia Iglesia (el Papa Juan XXIII la condenó en una encíclica de 1959), seguramente el formato de la fotonovela fue mal visto por muchos sectores porque más de una vez metía el dedo en la llaga sobre asuntos espinosos como podían ser el divorcio o la emancipación femenina.
Y si la Iglesia ponía el grito en el cielo ante las creaciones de carácter romántico... ¿qué no había de decir de las fotonovelas eroticas? Y es que éstas poco a poco empezaron a ganar presencia en muchos quioscos y también en los cajones del dormitorio de muchos matrimonios.
Características de las fotonovelas eroticas
A medio camino entre los comics porno y el cine xxx, las fotonovelas eróticas combinan a la perfección lo que es un relato erótico y el porno común.
Como el cómic XXX, este género en el que confluyen narrativa y fotografía muestra los pensamientos de quien participa en cada escena.
Si nos asomamos a internet veremos que hay una serie de webs que permiten disfrutar de este género erótico. Una de esas páginas es Fotonovelasxxx.com. Su fundador, Diego Duron, afirma en alguna entrevista que este género permite hacer un balance entre historia y sexo, algo que no siempre pasa en el cine porno.
El fotonovelista, así, se encarga de crear una historia que permita al lector sentirse protagonista de la misma. La sensación de fantasía, así, se vuelve más viva.
¿Que necesita una fotonovela erótica online para ser una buena obra? Básicamente cuatro cosas:
- Una buena narrativa.
- Unos buenos diálogos.
- Una historia consistente.
- Unos buenos personajes.
Sin duda, algo que también se exige en otros tipos de géneros narrativos, incluyendo en ellos el cómic porno, la novela erótica y el cine XXX. En aquellos en los que la imagen adquiere un papel importante, es fundamental, también, que los protagonistas seran atractivos físicamente.
Una de las pegas que se suele poner a este género es que reproduce por regla general tópicos machistas. Sus creadores lo asumen. Y asumen también que los destinatarios del mismo son, en su inmensa mayoría, hombres. Tras asumir eso, invitan a las mujeres a convertirse en creadoras de fotonovelas eróticas online.
La fotonovela erótica online sustituye al papel
A la generación que ha crecido en plena eclosión del porno online le puede sorprender la existencia de este género, pero hay que decirle que, por ejemplo, en los años 70 fue muy pero que muy popular en España en formato de revista. Incluso el mundialmente conocido cineasta Pedro Almodóvar escribió lo que vendrían a ser las memorias de una estrella internacional de fotonovelas porno. Ese personaje, Patty Diphusa, permanece todavía en el imaginario y el recuerdo de los amantes de la cultura alternativa en España.
Para hablar de este género erótico en nuestro país hay que citar títulos como Super Sex, Lib, Climax, Clio, Private, Sex O'M u otras revistas porno en las que solían aparecer este tipo de historietas ilustradas con fotografías eróticas o, directamente, pornográficas. En ellas se contaba una historia XXX y aparecían parejas ejecutando las más diversas posturas sexuales, penes y vaginas en primer plano, etc.
Para muchos adolescentes de la transición, las historietas porno contadas en estas publicaciones fueron una especie de escuela de sexualidad. En ellas descubrieron lo que es una felación, la posibilidad del sexo anal, diferentes posturas para gozar en la cama y, ¿por qué no decirlo?, cómo eran (y como son) los órganos sexuales de la mujer.
A falta de una buena educación sexual, ese material gráfico y narrativo sirvió a muchos adolescentes para introducirse (teóricamente hablando) en los vericuetos del sexo. Cosas que tiene el nacer en una sociedad marcada ideológicamente por asociar lo sexual con lo pecaminoso.
La progresiva desaparición de este género impreso (ya no está tan presente en los quioscos como lo estaba en los años 70 y 80) no ha impedido su supervivencia en el universo internet. Como hemos indicado anteriormente, siguen existiendo páginas webs en las que poder disfrutar de él. Sin el prestigio y, seguramente, sin la excelencia artística y profesional que puede observarse en muchos porn comics, las fotonovelas eróticas siguen siendo fuente de placer e inspiración para todos los amantes del sexo y de su representación artísticia y cultural.