Hay ciudades prácticamente inacabables. Los turistas que llegan a ellas no saben por dónde empezar a visitarlas ni por dónde terminar debido a la amplia oferta turística que dichas ciudades ofrecen. Madrid es, sin duda, una de esas ciudades. Cargada de historia y llena de rincones que visitar, Madrid se revela para quien la visita como un lugar en el que es imposible aburrirse. En ella son infinitas las ofertas de ocio. Cines, teatros, discotecas, bares, tabernas, restaurantes... En Madrid encontrarás miles de sitios en los que comer, tomar una copa, saborear un cóctel, relajarte tomando un café o bailando. También encontrarás un sinfín de lugares que visitar. A ellos vamos a dedicar este artículo realizando para ti un exhaustivo listado de lugares turísticos de Madrid.
El Madrid de los Asturias
Se conoce con el nombre de Madrid de los Austrias al Madrid que existía en la época en que la dinastía de los Austrias (o Habsburgo) reinaba en España. Dicha dinastía se inició con Carlos I. Este monarca, iniciador de la dinastía, enriqueció a la villa de Madrid con palacios y monumentos. Al convertirla su hijo, Felipe II, en capital de España, Madrid recibió el espaldarazo que necesitaba para cuajarse de edificios, primero renacentistas y, posteriormente, barrocos. Muchos de esos edificios aún perviven y dan a esta zona turística de Madrid un aire pintoresco y marcadamente madrileño.
Callejear sin rumbo fijo por el Madrid de los Austrias es una de las mejores cosas que puede hacer quien visita Madrid. En él, aparte de rincones populares y con mucho sabor como pueden ser la plaza de la Villa (antigua sede del Ayuntamiento) o el mercado de San Miguel (lugar ideal para tomar un aperitivo o picar algo) se pueden visitar cuatro de los puntos turísticos más importantes de Madrid: la Plaza Mayor, el Palacio Real, la Catedral de la Almudena y la Puerta del Sol. De esos cuatro lugares os hablaremos a continuación.
Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Madrid es, sin duda, uno de esos lugares que nunca puede faltar en una guía turística de Madrid. Centro neurálgico de Madrid, la Plaza Mayor es una plaza típicamente castellana. Rectangular y con pórticos, tiene 129 metros de largo y 94 de ancho. Es, pues, más grande que un campo de fútbol. Cerrada completamente por edificios de tres plantas y con nueve pu
ertas de acceso, son 237 balcones (nada más y nada menos) los que se asoman a esta plaza en cuyo centro se puede contemplar una estatua ecuestre del monarca Felipe III. Bajo los arcos de la plaza, el visitante podrá encontrar numerosos comercios de hostelería (bares, tascas y restaurantes), así como tiendas de coleccionismo, en especial de numismática y filatelia.Palacio Real
Llamado también Palacio de Oriente, el Palacio Real de Madrid fue, durante mucho tiempo, la residencia oficial del Rey de España. Tras el fin de la dictadura del General Franco y la restauración de la monarquía en España, los monarcas españoles residen de manera efectiva en el Palacio de la Zarzuela, a las afueras de Madrid, quedando reservado el Palacio Real para ceremonias de estado.
El último monarca que residió de manera efectiva en este lugar para visitar en Madrid fue el resy Alfonso XIII. Tras él, durante un tiempo y como Jefe de Estado, residió en él Manuel Azaña, presidente de la Segunda República española. Durante el tiempo del régimen republicano, este lugar recibió el nombre de Palacio Nacional.
Construido en el siglo XVIII por orden del rey Felipe V, este palacio es uno de los mayores del mundo, albergando en su interior un importante patrimonio histórico y artístico. En este palacio madrileño podemos encontrar pinturas de artistas de la talla de Goya, Velázquez o Caravaggio, así como las destacables colecciones de relojería, porcelana, platería y mobiliario. También es muy destacable la Armería Real.
Catedral de la Almudena
Situada frente al Palacio Real encontramos otro de los ineludibles rincones turísticos de Madrid: la Catedral de la Almudena. Este gran templo madrileño se construyó entre finales del siglo XIX y finales del siglo XX. El arquitecto que realizó los primeros planos (y que está enterrado en la catedral) fue Francisco de Cubas. Fue él el responsable de introducir en el diseño de este templo catedralicio de Madrid una cripa neorrománica, así como elementos tomados de varias catedrales francesas. Son esos elementos los que, unidos a los elementos neorrománicos y neoclásicos, dan a la catedral madrileña, en algunos aspectos, un aire neogótico.
El templo se concibió como un templo votivo (es decir: iba a construirse gracias a las aportaciones populares). Esto, y el estallido de la guerra civil, hizo que su construcción se dilatara en el tiempo. Las obras se reiniciaron en 1950 y, finalmente, el templo se concluyó en 1993. Ese mismo año, el Papa Juan Pablo II, en su cuarta visita a España, la consagró.
La Catedral de la Almudena es, sin ningún género de dudas, otro de los lugares a visitar en el Madrid de los Austrias.
Puerta del Sol
Si hay un centro neurálgico en la capital de España, ése es sin duda la Puerta del Sol. Nadie que visite la capital puede dejar de pasar por este lugar turístico de Madrid. Kilómetro cero de todas las carreteras radiales españolas que confluyen en Madrid, de la Puerta del Sol parten algunas de las calles comerciales más importantes de la ciudad.
En la Puerta del Sol se encuentra la sede de la Comunidad Autónoma y uno de los iconos de la capital: la estatua dedicada al Oso y el Madroño, dos de los elementos que aparecen en el escudo de la ciudad.
Milla de los museos en Madrid
Madrid es una de las grandes capitales culturales de Europa. Sus museos lo demuestran. Bastaría con tener solo el Museo del Prado para figurar en ese exclusivo listado de las más importantes capitales culturales del Viejo Continente y, por tanto, del mundo. Pero Madrid, a nivel museístico, tiene algo más que el siempre insuperable Museo del Prado. Junto a él, el Museo Thyssen y el Museo Reina Sofía conforman los que se llama la milla de los museos de Madrid, sin duda una de las zonas turísticas más importantes de la capital de España. Junto a ellos, la Casa de Sorolla o la Biblioteca Nacional, fuera ambas de dicha milla, son, también, algunos de los sitios culturalas qeu visitar en Madrid. Vamos a echar un vistazo a cada uno de ellos.
Museo del Prado
Hablar de este museo es hablar, simple y llanamente, de una de las pinacotecas más importantes del mundo. Su colección de pintura europea es, ciertamente, inigualable. Basta con citar los nombres de los pintores cuyas principales obras se recogen en este museo de Madrid. Hablar de Velázquez, de El Greco, de Tiziano, de Goya, de El Bosco, de Rubens, es hablar de algunos de los mejores pintores de la historia. Y todos ellos tienen una nutrida representación de obras en esta pinacoteca.
Quien visite Madrid y no entre en el Museo del Prado está cometiendo un pecado capital.
Centro de Arte Reina Sofía
Cerca del Museo del Prado se encuentra el que figura en las estadísticas como el museo más visitado de toda España: el Centro de Arte Reina Sofía. Éste, sin duda, es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Madrid. Su colección de arte del siglo XX y contemporáneo es, ciertamente, impactante. Los más importantes pintores españoles del siglo XX, desde Picasso a Dalí pasando por Joan Miró, tienen aquí obras expuestas. Una de ellas, famosa mundialmente, merece de por sí sola una visita a este museo de Madrid. Estamos hablando del famoso Guernica de Pablo Ruiz 'Picasso'.
Museo Thyssen-Bornemisza
También en la llamada milla de los museos, a tiro de piedra del CaixaForum y del Centro de Arte Reina Sofía, se encuentra el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. El Thyssen, al igual que sucede con el Prado o el Reina Sofía, merece ya de por sí una visita a Madrid.
La impresionante colección artística de este museo de Madrid atesora más de 1.000 obras de arte y en ella encontramos representadas obras europeas que datan desde la Edad Media hasta fines del siglo XX. En la colección permanente del Museo Thyssen podemos encontrar obras del Renacimiento alemán, de los primitivos pintores italianos, del impresionismo y expresionismo alemán, del constructivismo ruso y de la pintura americana del siglo XIX. Las vanguardias del siglo XX quedan perfectamente representadas en este museo que sirve para conocer la historia de la pintura y que es, sin duda, uno de los sitios que hay que visitar en Madrid.
Otros museos de Madrid
Más allá de los tres tótems de la milla de los museos de Madrid, quien visite la capital de España puede gozar también de dos visitas muy recomendables. La primera de ellas es al Museo Sorolla. La segunda, a la Biblioteca Nacional.
El Museo Sorolla no figura entre los rincones turísticos más renombrados de Madrid, pero quienes visitan la ciudad y aman el arte deberían visitarlo. Joaquín Sorolla es uno de los pintores españoles más identificables y personales y este museo guarda una bella colección de pinturas firmadas por el célebre pintor valenciano. Este museo está ubicado en el número 37 de la calle General Martínez Campos, en el barrio de Chamberí, en un palacete que sirvió de taller y vivienda al propio pintor.
Por su parte, la Biblioteca Nacional organiza para sus visitantes unas muy interesantes visitas guiadas que permiten visitar tanto el museo de la biblioteca como algunas otras zonas de un edificio en el que, ante todo, se respira cultura.
Situada en el Paseo de Recoletos, junto a la Plaza de Colón, la Biblioteca Nacional de España fue fundada por el rey Felipe V en 1711. En este edificio, abierto en 1896, se conserva una valiosa colección de incunables, manuscritos, dibujos, fotografías, estampas, grabaciones sonoras, mapas, partituras, etc. En ella también se guarda un ejemplar de todos los libros que se publican en España.
Todos ese patrimonio se difunde a través del catálogo de la Biblioteca Nacional. Sus servicios al público incluyen el acceso a las salas de consulta (siempre que se tenga carnet de lector o de investigador) y los servicios a distancia.
La Biblioteca Nacional de España alberga también la Hemeroteca Nacional y tiene su segunda sede en Alcalá de Henares. Para los amantes de los libros, este lugar figura, sin duda, entre los sitios culturales para visitar en Madrid.
Lugares donde pasear en Madrid
Una ciudad con atractivo turístico no es solo aquella ciudad que tiene un largo listado de museos, templos o palacios que visitar. Una ciudad con atractivo turístico debe tener, también, lugares por los que pasear y relajarse. Madrid, ciudad llena de potencial turístico, posee un buen puñado de lugares así. A continuación vamos a mostrarte algunos de esos lugares turísticos para pasear en Madrid.
El Retiro
Hablar de un parque en Madrid es hablar del Parque del Buen Retiro o, como dicen los madrileños, del Retiro a secas. Ésta es una de las principales atracciones turísticas de Madrid. Construido en la primera mitad del siglo XVII, se usa como parque urbano desde el año 1767. Fue en ese año cuando el rey Carlos III permitió a la gente del "pueblo" entrar en él. Hasta ese momento, lo que sería el actual Retiro era un territorio de propiedad real. En 1868, los terrenos de este famoso parque madrileño pasaron a ser de propiedad municipal.
El Retiro tienen una superficie de 118 hectáreas y un perímetro total de 4,5 km. En su interior se hallan cerca de 20.000 árboles distintos y están representadas más de 150 especies.
Si alguien que visite Madrid quiere relajarse paseando, sin duda el Retiro es un lugar idóneo para ello. Dentro de él se pueden encontrar un buen puñado de bellos rincones. Uno de ellos, de obligada visita, es el Palacio de Cristal. Otro, la escultura dedicada al Ángel Caído. Más allá de su expresiva belleza, esta escultura tiene una relevancia especial por ser una de las pocas esculturas dedicadas a Lucifer en todo el mundo.
El Parque del Capricho
Mucho menos conocido que el Retiro, el Parque del Capricho es uno de los mejores lugares turísticos para pasear en Madrid. Situado en la Alameda de Osuna, fue creado por los Duques del mismo nombre. El visitante que acuda a él podrá encontrar no solo un gran número de especies vegetales que dan fe de la riqueza botánica de este parque. También encontrará templetes, ermitas, fuentes, estanques, el palacio de los duques y hasta un búnker de la Guerra Civil Española.
Creado por los jardineros y paisajistas más importantes de la época, este rincón turístico madrileño ofrece al visitante tres estilos claramente diferenciados de jardín: el jardín francés (o parterre), el jardín inglés y el giardino italiano. El resultado de esa mezcla es el de un bello espacio natural que, en sus entrañas, guarda un laberinto vegetal hecho con laurel.
El Campo del Moro
El Campo del Moro, situado en la parte trasera del Palacio Real, es uno de los lugares privilegiados para pasear por Madrid. Desde aquí se observan maravillosas vistas tanto del Palacio Real como de otras zonas cercanas a él. Al jardín se le llama así porque a inicios del siglo XII las tropas de un caudillo musulmán acamparon aquí para intentar reconquistar Madrid tras el fallecimiento del rey Alfonso VI.
Para entrar en él hay que hacerlo por el lado del Manzanares, por el Paseo de la Virgen del Puerto. Entre su vegetación es fácil ver paisanes y pavos reales, que dan colorido a este bello lugar para pasear en Madrid.
La creación de este jardín de estilo inglés fue idea de la Reina Maria Cristina en el siglo XIX. Con su creación, tanto los madrileños como quienes visitan la capital pueden gozar de una maravillosa vista del Palacio Real, que se alza, en las alturas, recortado sobre un tapiz verde salpicado de fuentes monumentales. Entre todas ellas podemos destacar dos, de inspiración neoclásica, la fuente de las Conchas y la fuente de los Tritones.
El Templo de Debod
Otro lugar turístico ideal para pasear por Madrid es el espacio que rodea al Templo de Debod. Con una antigüedad de 2.200 años, este templo fue donado por el gobierno egipcio a la ciudad de Madrid en 1968. Instalado cerca de la Plaza de España, en el Parque del Cuartel de la Montaña (llamado así en memoria de un cuartel que estaba instalado en este mismo lugar y que fue asaltado durante la Guerra Civil Española), este templo se salvó de ser inundado por las aguas del Nilo tras la construcción de la presa de Asuán.
Reconstruido en España piedra a piedra, se abrió al público en 1972. Al emplazarse en Madrid, se procuró que este templo egipcio madrileño se emplazara manteniendo su orientación original, propia de los templos de su país de origen. Así, el Templo de Debod está orientado de Este a Oeste.
Este lugar turístico de Madrid, además de por su significación histórica, es famoso porque desde el lugar en el que está emplazado se contemplan los que, dicen, son los mejores atardeceres de Madrid-
Otros lugares a visitar en Madrid
Como hemos señalado al inicio de este artículo, son muchos los lugares con atractivo turístico de Madrid. Aquí os hemos hablado de algunos de los más importantes, pero hay más. Podríamos hablaros, por ejemplo, de la famosísima Gran Vía, plagada de comercios, teatros, cines, hoteles y restaurantes. O de la archiconocida Puerta de Alcalà, que llegó a dar título, en su momento, a una famosa canción y que está ubicada en el mismo lugar donde estaba una de las antiguas cinco puertas reales que daban acceso a la ciudad. O de algunas de las iglesias más famosas de Madrid, como pueden ser la Basílica de San Antonio el Grande, la Iglesia de San Jerónimo el Real, la Ermita de San Antonio de la Florida (en la que está enterrado Goya) o San Antonio de los Alemanes, con sus impresionantes frescos, que la hacen ser conocida popularmente como "la Capilla Sixtina de Madrid".
Podemos hablaros de todos esos lugares pero también de la Casa de Campo y su teleférico. O de los múltiples restaurantes en los que disfrutar de la gastronomía de la ciudad y del país. O del gusto de rebuscar por el Rastro, de dejarse caer por los mercadillos de Matadero, de pasear por Madrid Río, de adentrarse en el Palacio de Cibeles o de contemplar los tejados de Madrid desde la azotea del Círculo de Bellas Artes. Quizás lo hagamos en otro momento. Quizás os hablemos de alguno de esos lugares en otra ocasión. Ahora lo que queremos resaltar es que siempre es buen momento para visitar Madrid y disfrutar de sus múltiples encantos turísticos. Y que lo hagas en cuanto puedas. No te arrepentirás.