La vida puede ser muy divertida. Basta con dejarse llevar por los instintos y aprovechar las ocasiones de disfrutar que nos pone en el camino. Yo, al menos, lo hago así. Así me gusta vivir mi día a día: con la mentalidad abierta y dispuesta a vivir nuevas experiencias. Eso, y mis encantos físicos, me convierten en una compañía muy especial. Por eso mi nombre, Daniela, es sinónimo para muchos caballeros de diversión y de buen rollo. Cuando encuentro gente como yo, amante del presente, dejo que aflore toda mi dulzura y mi yo más íntimo, cálido y cariñoso. Quien lo descubre no me olvida.