Hola. Me llamo Eva y soy una mujer rusa que acaba de llegar a esta maravillosa ciudad llena de rincones inolvidables y encantos sin fin. En eso, ella y yo competimos. Y es que yo también estoy llena de encantos. Por supuesto, mi físico es uno de ellos. Me tengo por ser una mujer bella y llamativa. Pero mis verdaderos valores se hallan dentro de mí, en mi carácter abierto, en mi elegancia natural (hay cosas con las que se nace) y en mi trato cercano y afable. Mi clase y mi saber estar me convierten en una excepcional acompañante de lujo. No importa el lugar, la cena, el evento social o el ambiente en que me mueva. Estoy acostumbrada a brillar con luz propia y a hacer que las personas que me acompañan se sientan especiales. Son ellas, cercanas y amigas, las que pueden comprobar hasta qué punto puedo llegar a ser una persona dulce y cariñosa. Una vez que lo comprueban, no me olvidan.