Dicen que las mujeres brasileñas somos apasionadas, femeninas y muy sensuales. Conmigo, que soy brasileña, se cumple al cien por cien esa afirmación. Me llamo Jade y, como mi nombre indica, soy una piedra preciosa. Preciosa por mis encantos físicos pero también por mi personalidad. Simpática, abierta, extrovertida y alegre, soy una mujer que contagia alegría y ganas de vivir. Eso me convierte en una compañía muy especial, la mejor acompañante con la que se puede soñar para vivir una experiencia única e inolvidable y acudir a todo tipo de eventos sabiendo que en ellos se va a disfrutar al máximo.