Simpatía y belleza. Dulzura salpimentada con un poco de picante. Alegre y extrovertida. Amante de la fiesta pero también del relax y la conversación pausada. Así soy yo, Marina, un cóctel en el que se mezclan ingredientes muy diversos pero cuyo resultado es una bebida tan embriagadora como adictiva. Conocerme y compartir conmigo cualquier tipo de experiencia implica descubrir que la vida tiene caminos ciertamente paradisíacos en los que todo se vuelve puro sentido, puro latir, y en los que ni el ayer ni el mañana importan, pues el presente impone su ley obligándonos a disfrutar de él.