Como una piedra preciosa: llamativa, hermosa, única. Así soy yo. Por eso mi nombre es Rubi. Quienes me conocen y tratan saben que, más allá de mi hermosura y mi sensualidad, oculta una chica de adictiva dulzura. Son muchas mis aficiones: la lectura, el salir a cenar a un bonito restaurante, el compartir una copa con un buen amigo, el ir a bailar, el pasear... Soy de esas personas que piensan que la vida puede ser maravillosa cuando se comparte con gente que, lejos de malos rollos y abiertos siempre a las sorpresas que les depare el presente, se entregan a disfrutarlo con sus cinco sentidos. Yo soy una de esas personas. Por eso estar conmigo es siempre adentrarse en un paraíso de gratas sensaciones.