Pequeñita como un frasco del mejor perfume. Juguetona y aventurera como una niña traviesa. Dulce y simpática, atenta y cariñosa, educada y discreta. Así soy yo. Quienes me conocen saben que de la mezcla de todas esas virtudes nace un elixir tan subyugante como adictivo. Me llamo Verónica y soy la acompañante de lujo que todo caballero soñó alguna vez llevar de la mano. Cualquier experiencia compartida conmigo se recuerda como un derroche de gratas sensaciones.